Hace unos días leímos en prensa una de esas noticias que te sacan una sonrisa; se trataba de una boda que nos pareció de lo más original! Y es que el pasado 18 de marzo, Silvia y Jaime, una pareja de esquiadores zaragozanos se dieron el "si quiero" rodeados de nieve y montañas, a más de 2.300 metros de altura. Concretamente en la estación de Aramón Cerler, lugar donde se conocieron. ¡Qué romántico! ¿Verdad?
La novia, que lleva toda su vida practicando el deporte blanco en el valle de Benasque, se encontró por primera vez con Jaime, su ya marido, en la zona conocida como "Rincón del Cielo". En principio fue el lugar elegido para celebrar la boda, pero como el acceso para no esquiadores no era fácil, optaron por otra ubicación que también estaba teñida de romanticismo: el Collado de Sarrau y la estación se volcó totalmente en la organización del evento.
El "Telesilla del Amor" los condujo hasta un paraje de la estación a 2.300 metros de altitud que, según Silvia, “es el mejor lugar para casarse”. La ceremonia la ofició una juez y contó con 64 invitados, la mayoría de ellos como aficionados al esquí que son, lucieron equipamiento deportivo.
Como no podía ser de otra forma, los novios hicieron su aparición estelar en moto de nieve (el) y en máquina quitanieves (ella) ¡Que grandes! A continuación, la pareja caminó hacia el altar sobre una alfombra roja flanqueada por bancos decorados para la ocasión. La ceremonia tuvo lugar bajo una pérgola cubierta de tul blanco de la que colgaban unas esferas del mismo color. La novia no lució un vestido de novia convencional, pero sí eligió para la ocasión una chaqueta, guantes y botas blancas, una cinta de encaje blanco en el pelo y el tradicional ramo.
El telesilla del Aneto, conocido por este nombre porque conduce a un paraje desde donde se puede ver el techo de los Pirineos, fue rebautizado hace unos años como telesilla del Amor porque es un remonte biplaza, en una zona tranquila y con unas excelentes vistas a los tresmiles del Pirineo, muy propicio para conocer al compañero de viaje donde incluso se llegó a realizar alguna actividad de speed-dating para ver si alguno conocía pareja... esquiadora!. Al final del recorrido se llega a la zona conocida como Sarrau Beach, donde un gran corazón colocado allí, hace un guiño a ese remonte. De hecho es uno de los lugares preferidos donde las parejas que acuden a Cerler se hacen la típica fotografía que luego publican en las redes sociales.
Y como una imagen vale más que mil palabras, terminamos este post con un vídeo resumen del día B de Silvia y Jaime que esperamos que os guste y en el que, ellos mismos cuentan algunos detalles del feliz acontecimiento:
¿Que os ha parecido esta original boda en la nieve? ¡A nosotras nos ha encantado! ¡Que enclave tan idílico! Desde aquí aprovechamos para desear a los novios muchísima felicidad en esta nueva etapa de sus vidas y felicitar a la estación de esquí por la impecable organización del evento :)
Si sois amantes de la nieve o la montaña esperamos que hayáis tomado buena nota de esta idea tan cuca, tanto para celebrar el enlace o para hacer una pedida de mano. Eso si, ya queda poquita temporada para disfrutar de la nieve, pero podría ser un buen momento para hacer planes de futuro...
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