Algunas lo tienen o lo tuvimos muy claro, pero para las que estén en duda, hemos recopilado unas cuantas ideas para dar una segunda vida al vestido del día B:
Guardar el vestido como un recuerdo.
La primera opción no podía ser otra que recoger el vestido como una reliquia, vamos, guardadito como oro en paño, en su caja o funda original y por supuesto tras haber pasado por la tintorería para dejarlo como nuevo. El inconveniente de esta opción suele ser encontrarle un lugar para guardarlo, especialmente si es muy voluminoso.
Donar el vestido para una buena causa.
Si no queréis sacar beneficio alguno, esta es una buena opción para vuestro vestido, lo donáis a una asociación y ellos se encargarán de venderlo para conseguir fondos para su causa. Sencillo, rápido y solidario :)
Alquilar el vestido
Esta es una buena opción para recuperar parte del valor del vestido. Se puede hacer por medio de tiendas especializadas que exigen que el vestido este en perfecto estado para ofrecerlo en alquiler, pero también podéis hacerlo vosotras mismas a través de grupos de segunda mano en Facebook o webs de anuncios, así os ahorráis la comisión de la tienda. Para dar este paso, tenéis que tener claro el precio al que lo alquilaréis, el tiempo en que os deberán devolver el vestido o si permitiríais que la persona interesada le haga algunos cambios.
Para mayor garantía y seguridad de que os lo van a devolver en las mismas condiciones que vosotras lo entregasteis, os recomendamos, a parte de cobrar el alquiler por adelantado, pedir un depósito para devolverlo en el momento en que os entreguen el vestido.
Vender el vestido
Esta una de las alternativas más clásicas y sin duda una de las más beneficiosas. Prácticamente el proceso es el mismo que en el apartado anterior, sólo que debéis meditar bien el precio, teniendo en cuenta lo que os costó a vosotras, el estado del mismo y el tiempo que tiene. Evidentemente, tras venderlo, sólo os quedará el recuerdo en forma de fotografías... A nosotras nos daría muchísima pena deshacernos del vestido del día B :(
Hacer una sesión fotográfica "trash the dress"
Si os queréis deshacer del vestido sin más o destrozarlo (hay gustos para todo), os recomendamos hacer una sesión fotográfica "trash the dress". En este tipo de sesiones la novia se mete con el vestido en el mar, se reboza por la arena... o incluso se lo llena de pintura o le prende fuego. Si, si ¡Como lo habéis leido! Si queréis darle un final original al vestido del día B, esta es vuestra opción, y además conservaréis las fotos como recuerdo del momento. ¿Qué os parece?
Esta una de las alternativas más clásicas y sin duda una de las más beneficiosas. Prácticamente el proceso es el mismo que en el apartado anterior, sólo que debéis meditar bien el precio, teniendo en cuenta lo que os costó a vosotras, el estado del mismo y el tiempo que tiene. Evidentemente, tras venderlo, sólo os quedará el recuerdo en forma de fotografías... A nosotras nos daría muchísima pena deshacernos del vestido del día B :(
Hacer una sesión fotográfica "trash the dress"
Si os queréis deshacer del vestido sin más o destrozarlo (hay gustos para todo), os recomendamos hacer una sesión fotográfica "trash the dress". En este tipo de sesiones la novia se mete con el vestido en el mar, se reboza por la arena... o incluso se lo llena de pintura o le prende fuego. Si, si ¡Como lo habéis leido! Si queréis darle un final original al vestido del día B, esta es vuestra opción, y además conservaréis las fotos como recuerdo del momento. ¿Qué os parece?
Transformarlo
Las novias que hayan decidido usar un vestido más sencillo, sin encajes, sin brillantes... el hecho de transformar el vestido de boda es una alternativa perfecta para darle una segunda vida, ya que con la ayuda de una modista, se puede convertir en una prenda totalmente diferente como una blusa o una falda, o darle los toques necesarios para dejarlo listo para lucir en otra ocasión.
Las novias que hayan decidido usar un vestido más sencillo, sin encajes, sin brillantes... el hecho de transformar el vestido de boda es una alternativa perfecta para darle una segunda vida, ya que con la ayuda de una modista, se puede convertir en una prenda totalmente diferente como una blusa o una falda, o darle los toques necesarios para dejarlo listo para lucir en otra ocasión.
¿Y vosotras qué hicisteis con el vestido de novia? ¿Cuál de las opciones os convence más? Yo desde luego me quedo con la primera :)
¡Feliz Semana Santa!
Imagenes:
Archivo BodasCucas
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