Hoy vamos a tratar un tema nuevo que hace mucho tiempo que estaba en el tintero de
BodasCucas. Elegir el menú de boda puede parecer sencillo pero no lo es tanto, de hecho, dicha elección trae consigo más de un quebradero de cabeza para los novios Y es que no se puede tener en cuenta los gustos de todos, pero si hay que valorar de que sector son la mayoría de invitados, por ejemplo si hay mucha gente mayor... probablemente no les gusten los platos demasiados modernos.
Lo último que quieren los novios es que los invitados se queden con hambre, por ello se tiende a incluir en el menú un exceso de comida que desgraciadamente muchas veces se queda en el plato, sin probar. Precisamente, lo que buscamos es que el invitado quede satisfecho pero no empachado.
Una vez definido vuestro presupuesto y elegido el restaurante, debéis decidir cómo se va a servir la comida: tipo buffet (cada vez más de moda) o en la mesa. En este sentido, en
BodasCucas, somos más bien tradicionales y pensamos que hacer levantarse a los invitados cada vez que quiera llenar su plato es un inconveniente.
Un buen aperitivo es la clave para comenzar; se admiten en este apartado canapés fríos y calientes de todo tipo, fritos clásicos (calamares, croquetas), embutidos al corte (jamón), show cooking, brasas... Los aperitivos pueden salir en bandejas y que los camareros los ofrezcan o estar en mesas para que se acerquen los invitados.
Una vez en la mesa podéis continuar con una ensalada de marisco, por ejemplo de bogavante o langosta... que aporta frescura a la par que ligereza. Aunque poner marisco a la plancha es todo un clásico en los banquetes de boda.Considerar la opción de que salga pelado a la mesa, pues muchos invitados podrían mancharse.
A la hora de elegir el pescado, nuestro pequeño consejo es que elijais algo que no contenga espinas y que sea fácil de digerir. Por supuesto, si el restaurante lo permite, podéis dar a elegir entre dos pescados y dos carnes, de forma que los camareros pregunten a cada invitado el segunda plato que desearán tomar. Eso si, no todos los restaurantes contemplan esta opción.
Para bajar un poquito la comida, es el momento ideal para tomar un sorbete. A los clásicos de limón o naranja, se suman miles de nuevos sabores: mojito, papaya, piña, melón... Podéis aprovechar para poner un puntito exótico al menú.
El menú esta llegando a su fin, podéis poner una ración de carne por persona o una degustación de 2 o 3 tipos. En nuestra tierra, es muy típico poner cordero lechal asado y acompañado con patatas, pero hay muchas otras opciones, vosotros elegís. Tened en cuenta que si decidís poner una carne como el solomillo, es difícil que salga del gusto del cliente, a unos les gusta muy hecho, otros al punto... Es un plato que suele volver a la cocina para que lo pasen mas rato por la plancha.
Y llegamos al postre... Aquí también podéis optar por poner un único tipo de tarta o una selección de varias de ellas. Podéis acompañarlas con helado, por ejemplo, o directamente poner otros postres como brownie de chocolate, coulant... O mejor aún, preguntad en el restaurante si tienen vuestro postre favorito.
Hemos visto un ejemplo de composición de un menú de banquete de boda bastante completo. Hay quien le gusta hacer más largo el aperitivo y comer menos en la mesa, otras parejas no hacen aperitivo, otras también preveen la recena... También depende de las costumbres de cada región, pero tened siempre presente que cada boda es única, y debéis prepararla a vuestro gusto! Los restaurantes suelen ofrecer la posibilidad de hacer una prueba del menú, muchas veces de forma gratuita. Sera el momento perfecto para comprobar si vuestra decisión es acertada. ¡Buen provecho!
¡Feliz semana!
xxx :p
Imagenes:
Restaurante Brujas de Bécquer
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